La cosmetología es una disciplina integral que requiere de un gran conocimiento por parte de los profesionales que la ejercen. Te contamos en qué consiste.
Una disciplina integral, capaz de aunar las últimas tendencias en belleza y cuidado personal, con conocimientos en dermatología y técnicas avanzadas de tratamiento. Así es la cosmetología, una profesión apasionante en la que se especializan aquellos cuya vocación está en conseguir el bienestar de cada persona.
A lo largo de los siglos, la cosmetología ha sabido evolucionar de la aplicación de sencillas técnicas de embellecimiento a una ciencia compleja que abarca una gran gama de conocimientos y habilidades. Es por ello por lo que en la actualidad, la cosmetología, además de ser una parte fundamental en el terreno de la belleza, se enfoca también en la salud y el bienestar integral de la piel, el cabello y las uñas, como veremos a lo largo de este artículo.
Fundamentos científicos de la cosmetología, una disciplina integral
Para comprender cuál es la base de la cosmetología, debemos acudir a la propia biología de la piel y el cabello. Sabemos que la piel, el órgano más grande de nuestro cuerpo, sirve como barrera protectora natural frente al exterior y que juega, por tanto, un papel crucial en la regulación de la temperatura y la detección de sensaciones. Lo mismo sucede con el cabello que cumple funciones protectoras además de estéticas.
Los cosmetólogos parten, por tanto, de un profundo conocimiento de las funciones anatómicas y fisiológicas de la piel y del cabello. Y, solo así, pueden abordar de manera integral sus tratamientos, siempre con el foco puesto en el bienestar.
La química de los cosméticos es otra área de conocimiento que los cosmetólogos deben de tener muy presente como parte de su formación técnica en esta materia. Y es que los profesionales que se desempeñan en esta disciplina deben ser capaces de entender al detalle la composición y el efecto de diversos productos, desde champús y acondicionadores hasta cremas y maquillajes con ingredientes activos de toda clase: antioxidantes, humectantes, emolientes y conservantes, entre muchos otros. Los cosmetólogos cuentan siempre, por tanto, con un amplio conocimiento sobre cómo estos interactúan con diferentes tipos de piel y cabello.
Técnicas avanzadas en cosmetología
Como hemos señalado al comienzo, la cosmetología es un campo en constante evolución que ha sabido renovarse desde sus inicios hasta la actualidad con la inclusión de técnicas avanzadas y la última tecnología.
Así, si bien los cosmetólogos están capacitados para el empleo de técnicas manuales, como la extracción de comedones, la aplicación de extensiones de cabello y uñas o el arte del maquillaje profesional, han ido incluyendo también como parte de su práctica profesional diaria otras herramientas que ya son propias de esta disciplina. Es el caso de los láseres para la depilación, las microcorrientes para tratamientos faciales y los dispositivos de ultrasonido para implementar la penetración de los productos en la piel. Una buena muestra de cómo la tecnología más avanzada que mejora exponencialmente los resultados se ha introducido en la cosmetología.
Cosmetología y estética integral: un enfoque holístico
En la actualidad, la cosmetología y estética integral se unen y trabajan de manera conjunta para diseñar un plan de tratamiento personalizado para cada persona, con el que mejorar no solo su apariencia externa sino también todos aquellos aspectos relacionados con el equilibrio emocional y la salud que le conduzcan hacia un mayor bienestar general.
De este modo, la aromaterapia, las terapias con piedras calientes o las técnicas de relajación son algunas prácticas habituales que se han unido ya al campo de la cosmetología.
Por su parte, los aspectos propios de la medicina tienen cada vez más influencia en el terreno de la cosmetología como evidencia la cosmiatría, auténtica conexión de esta disciplina con los saberes médicos.
La cosmiatría es el puente entre la cosmetología y la medicina, ya que los cosmiatras trabajan con tratamientos que tienen una base médica sólida y contrastada. Gracias a ella, pueden llevar a cabo tratamientos avanzados que requieren amplios conocimientos en dermatología y otras disciplinas médicas relacionadas. Es el caso de la aplicación de rellenos dérmicos, la realización de peelings profundos y la administración de tratamientos contra el envejecimiento.
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Hoy en día, la cosmetología continúa en constante evolución. La innovación es la pauta en el diseño de tratamientos cada vez más especializados, donde el cosmetólogo debe conocer cuáles son los últimos productos del mercado o las técnicas más prometedoras. Es por ello que la cosmetología es un campo tan apasionante como desafiante para los nuevos profesionales, los cuales deben comprometerse con la educación continua para mantenerse al día con los avances científicos y las tendencias de la industria.
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